Críticas

Domingo Piga (El Llanquihue, Chile)

Es la cuarta vez que Teatro del Umbral hace reverdecer los Temporales Internacionaales de Teatro de Puerto Montt con sus excelentes producciones teatrales, tan brillantes en la forma como profundas en su contenido. Recordamos Minotauros, que fue como la invención del sol en los Temporales Teatrales de Puerto Montt, luego A la guerra en taxi y Congreso de Sexología, todas de Carlos Rehermann y dirigidas por Sandra Massera. Estas obras se destacaron entre todas las producciones de esos "Temporales" en los cuatro últimos años por la calidad estética de la puesta en escena y el más alto nivel artístico.
En esta oportunidad, en ocasión de los XV Temporales, dedicados a la celebración del centenario del natalicio del poeta chileno Pablo Neruda, Teatro del Umbral trae una obra no menos señera que las anteriores, esta vez con la adaptación de Sandra Massera de la novela Ingratitud de Ying Chen.
Una novela es difícil de ser adaptada al teatro. Lo que originalmente estaba como lenguaje literario, debe transformarse en lenguaje de imagen y movimiento sin desmerecer el texto. El cuerpo físico del actor junto a la palabra viva están presentes con la inmediatez irrepetible que demanda la escena. El trabajo artístico de la adaptación tanto al teatro como al cine, es creador, como el del propio novelista. Visconti se distinguió en el cine como un excelente adaptador de la novela al lenguaje cinematográfico.
Sandra Massera, que tiene gran talento creativo como oficio de teatro, resolvió artística y teatralmente su versión como directora escénica.
Teatro del Umbral, tanto por el trabajo del dramaturgo Carlos Rehermann, al que ahora se suma el de Sandra Massera, como por el desempeño de sus actores, demuestra ser abundoso en talentos.

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